Guía del Patrimonio Geológico
de la Reserva de la Biosfera Alto Bernesga
El Patrimonio Geológico
Desde hace ya un siglo, la sociedad ha mostrado preocupación por la conservación de los valores naturales de nuestro entorno. Este hecho se ha traducido en conceptos como el de Patrimonio Natural, en leyes para la protección de la Biodiversidad, en la realización de estudios de impacto ambiental y en la existencia de campañas de concienciación. Otro de los principales resultados de esta inquietud es la creación de una red de espacios destinados a ser conservados y apreciados por su valor natural. Pero todo este interés se ha enfocado prioritariamente a la parte biológica del Patrimonio Natural, que nos resulta, por proximidad, más comprensible y atractiva. Tan sólo en las dos últimas décadas han surgido voces que alertaban sobre la necesidad de preservar la parte sustentadora de la naturaleza biológica, es decir, el sustrato geológico o Gea. Surge así la idea de Patrimonio Geológico, considerado como el conjunto de recursos naturales geológicos cuyo valor científico, cultural y/o educativo obliga a su cuidado y protección.
En nuestro país, la conciencia que induce a cuidar la Gea se puso de manifiesto en la Ley 42/2007 de 13 de diciembre de Patrimonio Natural y de la Biodiversidad. En ella se menciona expresamente la necesidad de inventariar y conservar el Patrimonio Geológico y la Geodiversidad del territorio español. La citada ley indica que el Patrimonio Geológico está formado por recursos de muy diverso tipo (rocas, fósiles, formas del terreno, estructuras geológicas, suelos, etc.) que comparten una característica: contienen información relevante para conocer el origen e historia tanto de la Tierra como de la vida que esta sustenta. Dado que la Gea constituye el soporte físico de las actividades humanas y la fuente de materias primas para la construcción de multitud de objetos cotidianos, no es realista pensar que todos los elementos geológicos deben permanecer inalterados. Por eso es preciso determinar cuales tienen un valor añadido y por tanto deben ser cuidados y destinados a un uso científico, docente o turístico.
Según esta definición, el Patrimonio Geológico constituye una riqueza exclusiva de cada comarca y que guarda la impronta de la evolución de la misma a lo largo del tiempo geológico. Pero además, puede gestionarse y convertirse en una fuente de riqueza socioeconómica y cultural. En este sentido, es interesante señalar que, aunque está compuesto en su mayoría por recursos naturales no renovables, el Patrimonio Geológico permite un aprovechamiento sostenible y compatible con su conservación. Las actividades científicas, didácticas o turísticas bien planificadas no alteran ni disminuyen el valor del Patrimonio Geológico y pueden prolongarse en el tiempo tanto como se quiera. Es más, estos usos pueden constituir el aliciente necesario para que una zona reconozca este patrimonio como uno de sus tesoros y erija su conservación como estandarte de la comarca. Precisamente en esta idea se basa la red de territorios denominados Geoparques, auspiciada por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (unesco).
En este libro, hemos analizado la Geología de la Reserva de la Biosfera del Alto Bernesga desde un punto de vista patrimonial. Nuestra intención es ambiciosa: nos gustaría que los lectores sintieran interés por la Gea y reflexionaran sobre el hecho de que, aunque a una escala temporal humana el planeta parece estar dormido, en él acontecen multitud de procesos y ciclos que han tenido consecuencias tan trascendentales como el origen y evolución de la vida. Cuando las personas tomemos conciencia de este hecho, miraremos a la Tierra con otros ojos y nos sentiremos más ligados a ella. Y entonces, un capítulo como este no será necesario…
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